lunes, 28 de enero de 2013

RETRATO




XCVII

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla ,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía. 

Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago. 

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

Una Noche De Verano


CXXIII

Una noche de verano
—estaba abierto el balcón
y la puerta de mi casa—
la muerte en mi casa entró.
Se fue acercando a su lecho
—ni siquiera me miró—,
con unos dedos muy finos,
algo muy tenue rompió.
Silenciosa y sin mirarme,
la muerte otra vez pasó
delante de mí. ¿Qué has hecho?
La muerte no respondió.
Mi niña quedó tranquila,
dolido mi corazón,
¡Ay, lo que la muerte ha roto
era un hilo entre los dos!.

ANTONIO MACHADO

martes, 22 de enero de 2013

La Gloriosa

La Revolución de 1868 o La Gloriosa, también conocida como La Septembrina, fue un levantamiento revolucionario español que tuvo lugar en septiembre de 1868 y supuso el destronamiento de la reina Isabel II y el inicio del período denominadoÍndice

                       Contexto histórico


A mediados de los años 1860, el descontento contra el régimen monárquico de Isabel II en los ambientes populares, políticos y militares era patente. El moderantismo español, en el poder desde 1844, se encontraba en una fuerte crisis interna, y no había sabido resolver los problemas del país. Ya años antes, ciertos diputados progresistas encabezados por Pedro Calvo Asensio ya habían puesto las bases de una lucha política y mediática contra los gobernantes moderados, evitando pactar con ellos con tal de deslegitimar su poder. Además había una grave crisis económica (más acuciante aún después de las pérdidas en la Guerra Hispano-Sudamericana) y por doquier proliferaban los pronunciamientos, como el que en 1866 lideró Juan Prim, y como la revuelta de los sargentos en San Gil. En el exilio, liberales y republicanos llegaban a acuerdos en Ostende (1866) y en Bruselas (1867) para promover aún más desórdenes que condujeran a un drástico cambio de gobierno, no ya para sustituir al presidente Narváez, sino con el objetivo último de derrocar a la misma Isabel II y expulsarla del trono español. La reina y el mismo régimen monárquico se habían convertido en foco de las críticas sobre los principales problemas del país. A la muerte de Leopoldo O'Donnell, en 1867, se produjo una importante migración de simpatizantes de la Unión Liberal a las posiciones del frente que propugnaba el derrocamiento de Isabel II y el establecimiento de un gobierno más eficaz para España. Para septiembre de 1868, la suerte de la corona ya estaba echada. Las fuerzas navales con base en Cádiz, al mando de Juan Bautista Topete, se amotinaron contra el gobierno de Isabel II. El pronunciamiento ocurría en el mismo lugar donde se levantara en armas contra Fernando VII, el general Riego cincuenta años antes.
Gobierno Provisional, 1869. Figuerola, Sagasta, Ruiz Zorrilla, Prim, Serrano, Topete, López Ayala, Romero Ortiz y Lorenzana (fotografía de Laurent).
La reina Isabel II de España en su exilio de París.
El presidente Ramón María Narváez abandona a la reina, al igual que su ministro en jefe Luis González Bravo. Narváez moriría aquel mismo año, ahondando la crisis en los sectores moderados. Los generales Prim y Serrano denunciaron al gobierno, y gran parte del ejército desertó, pasándose al bando de los generales revolucionarios a su regreso a España.
El movimiento iniciado en Andalucía pronto se extendió a otros lugares del país, sin que las tropas del gobierno hicieran frente seriamente a las de los pronunciados. El apoyo de Barcelona y de toda la zona mediterránea fue decisivo para el triunfo de la revolución. A pesar de la demostración de fuerza de la reina en la Batalla de Alcolea, los lealistas de Pavía fueron derrotados por el general Serrano. Isabel se vio entonces abocada al exilio y cruzó la frontera de Francia.
A partir de este momento y durante seis años (18681874) se intentará crear en España un sistema de gobierno revolucionario, conocido como Sexenio Democrático, hasta que el fracaso final lleve de nuevo al poder a los moderados Búsqueda de un nuevo rey
Prim, Serrano y Topete subastan los atributos del trono español durante la búsqueda de un nuevo rey. Publicado en La Flaca en abril de 1869.
                                    Estallido de la revolución
Para septiembre de 1868, la suerte de la corona ya estaba echada. Las fuerzas navales con base en Cádiz, al mando de Juan Bautista Topete, se amotinaron contra el gobierno de Isabel II. El pronunciamiento ocurría en el mismo lugar donde se levantara en armas contra Fernando VII, el general Riego cincuenta años antes. La proclama de los generales sublevados en Cádiz el 19 de septiembre de 1868
La reina Isabel II de España en su exilio de París.

                         Búsqueda de un nuevo rey


Prim, Serrano y Topete subastan los atributos del trono español durante la búsqueda de un nuevo rey. Publicado en La Flaca en abril de 1869.
El espíritu revolucionario que había conseguido derrocar al gobierno de España carecía sin embargo de una dirección política clara. La coalición de liberales, moderados y republicanos se enfrentaba a la tarea de encontrar un mejor gobierno que sustituyera al de Isabel. El control del gobierno pasó en un primer momento a Francisco Serrano, arquitecto de la anterior revolución contra el gobierno de Espartero. Al principio las Cortes rechazaron el concepto de una república para España, y Serrano fue nombrado regente mientras se buscaba un monarca adecuado para liderar el país. Mientras, se escribía una constitución de corte liberal que finalmente era promulgada por las cortes en 1869; era la primera constitución que podía llamarse así desde la Constitución de Cádiz de 1812.

Preguntas a debatir sobre el Instituto San Isidoro

1. ¿Por qué goza de tan alto prestigio el Instituto San Isidoro?
2.¿Como afeta la crisis al Instituto San Isidoro?
3.¿El instituto cambiara de inmueble debido a la antigüedad de sus aulas? 

domingo, 13 de enero de 2013

Los movimientos obreros



Índice

1. Surgimiento del proletariado

1.1. Los obreros
1.2. Las primeras asociaciones obreras
1.3. El sindicalismo
2. Marxismo, anarquismo e internacionalismo

2.1. Marxismo y socialismo
2.2. El anarquismo
2.3. El internacionalismo

1. Orígenes del movimiento obrero


1.1. Los Obreros
La jornada laboral en la fabrica era de 12 a 14 horas diarias y los salarios no eran suficientes para mantener una familia. Eso obligaba al trabajo de mujeres y niños, por un salario inferior. Y no existía ninguna legislación que fijase las condiciones de trabajo y los salarios se establecían arbitrariamente por los empresarios.
La mayoría de obreros se instaló en barrios que no reunían las condiciones necesarias de salubridad e higiene.


1.2. Las Primeras Asociaciones Obreras
La primera reacción de los obreros fue su oposición al maquinismo. Esta forma de resistencia se extendió por Europa en las primeras décadas del siglo XIX. Para defender sus intereses, se crearon organizaciones de trabajadores y a finales del siglo XVIII nacieron en Gran Bretaña las primeras Sociedades de Socorros Mutuos.


1.3. El Sindicalismo
Los gobiernos reaccionaron negativamente a la formación de sociedades obreras, la mayoría de las cuales fueron declaradas ilegales. Se fundaron los primeros sindicatos, como el Gran Sindicato General de Hiladores. En 1834 se fundó la Great Trade Union. En España, la primera organización sindical fue la Asociación de Tejedores de Barcelona (1840). 

El objetivo de los sindicatos era mejorar las condiciones de trabajo de los obreros.

2. Marxismo, anarquismo e internacionalismo

2.1. Marxismo y Socialismo
A mediados del siglo XIX, Karl Marx y Friedrich Engels denunciaron la explotación de la clase obrera x la burguesía y defendieron la necesidad de la revolución obrera para destruir el capitalismo. El fin de la propiedad privada llevaría a la progresiva desaparición de las clases sociales y del Estado, para así poder alcanzar el ideal de sociedad comunista, la sociedad sin clases y sin Estado. Los Marxistas propusieron la creación de partidos obreros socialistas, que proliferaron en toda Europa Su objetivo esa la realización de la revolución proletaria.


2.2. El Anarquismo
El anarquismo reunió un conjunto de pensadores (Proudhon, Bakunin, Kropotkin) que tenían en común tres principios básicos: la exaltación de la libertad individual y la solidaridad social; critica a la propiedad privada y la defensa de formas de propiedad colectivista; y el rechazo a la autoridad, principalmente del estado. Los anarquistas se oponían a toda participación en la vida política y a la organización de los trabajadores en partidos políticos.


2.3. El Internacionalismo
Marxistas y anarquistas defendían la necesidad de unir los esfuerzos de la clase obrera de todo el mundo para luchar contra el capitalismo. A iniciativa de Marx, en 1864, se creó la Asociación Internacional de Trabajadores (I Internacional) pero las grandes discrepancias entre marxistas y anarquistas la hicieron inviable y acabó por desaparecer en 1876. Algunos dirigentes socialistas fundaron, en 1891, la Internacional Socialista (II Internacional); una
 organización exclusivamente socialista, cuyo objetivo era la coordinación de programas y actuaciones.

lunes, 7 de enero de 2013

Qué alegría, volvemos a aprender... disfrutando

Hola, bienvenidos/as de nuevo. Es como empezar otro curso, después de un largo paréntesis. Supongo que con cierto desagrado, es inevitable. Lo hemos pasado tan bien estas fiestas...
Para recuperar el gusto por el aprendizaje, la sensación de orden y el buen ritmo, os comparto el plan de trabajo durante el próximo trimestre:


4º DIVERSIFICACIÓN. PLAN DE TRABAJO Y CALENDARIO.
2ª Evaluación: 52 horas, 47 (sin contar el periodo postevaluación).

Apartados principales

1) Proyecto comunicativo: periódico/radio
2) Proyecto Pioneros: Exposiciones y preguntas sobre temas de Historia (también Historia de la Literatura)
3) Lecturas: Antología de cuentos, entre otras
4) Concursos de lengua basados en los ejercicios del libro de texto