En una noche de luna llena él salió de casa y se dirigía hacia la discoteca donde se reuniría con sus amigo. Era un chico guapo, inteligente pero muy rico. Hay estaba el problema era muy rico y sus supuestos amigos sólo estaban a su lado por eso y no por como era. Él no se daba cuenta, porque sólo pensaba en sus cosas, en sus caprichos y en cumplir los caprichos de los demás.Todo el dinero que este chico tenía pertenecía a lo que su padre le daba.Parecía como si pensara que el dinero crecía en los árboles. Él únicamente se la pasaba gastando dinero sin preocuparse de sus gastos. Se pasaron la noche llendo y viniendo de la barra constantemente, no dejaban de beber y siempre pagaba el mismo. La noche transcurrió y él volvió a casa.
A la mañana siguiente había un revuelo increíble en su casa, algo estaba fallando. Ya hacia algún tiempo su padre había intentado conversar con él, pero resultaba imposible. Las cosas en la empresa no iban demasiado bien, ya se iba notando las consecuencias de la tremenda crisis en la que nos encontramos y su padre quería hablarlo con él para que no derrochara tanto dinero. Cada vez que lo intentaba el chico le decía que a ellos nunca les faltaría el dinero porque eran ricos. Él no pensó que la riqueza igual que puede llegar se puede marchar. Tal y como su padre sabía la empresa tuvo que cerrar dejando a sus empleados en la calle y debiéndoles miles de euros a sus empleados. Ya había pasado un mes desde el despido y el chico seguía gastando y gastando sin darse cuenta que su padre estaba vendiendo la mayoría de las cosas que creía innecesarias. Volvió a salir con sus amigos y cuando fue a pagar la tarjeta de crédito no tenía saldo y tuvieron que pagar sus amigos, cosa que nunca antes había ocurrido.
Desde ese día no los volvió a ver porque sus amigos se enteraron de que cuando el chico llegó a casa no pudo entrar. La casa la habían embargado, debido a la falta de dinero y ahora debía aprender a vivir en un piso, aprender a trabajar y sobretodo aprender a no derrochar dinero porque nada dura para siempre.
Por favor, revisa la ortografía. Para eso está el corrector en el procesador de textos. A la vez que lo usas, aprendes.
ResponderEliminarEstá bien pero creo que casi todas nuestras redacciones acaban arruinando al protagonista .... somos un piquito pesimistas creo yo :)
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